LOS QUINTOS EN CASARES DE LAS HURDES

"LOS QUINTOS

Cuando se llegaba a la edad de alistarse a filas para cumplir el Servicio militar ya se le empezaba a decir a los chicos: ahora ya empiezas a ser un hombre, puedes decir que ya eres un mozo.
Cuando se tallaban los quintos sé hacia una gran fiesta, los quintos corrían los gallos a caballo o con mulos, a poder ser de los más fanfarrones del pueblo, a un que se pidieran prestados, el quinto que quitara mas cabezas arrancadas del gallo colgado por las patas de una soga que se ataba en el camino de un olivo a otro esta presumía de ser el mas valiente.
Una vez corridos los gallos, se comían en compañía de todos los mozos, y mozo se llamaba a aquel que había pagado la media, (La media consistía en que el caballito que quería hacer migas(juntarse) con los mozos tenía que pagar una cuartilla de vino. Los quintos en el talleo ofrecían tabaco al publico y solían invitar en las tabernas, los invitados solían decir, bueno pues que al año que viene te toque hacer la mili cerca o a mas no ser que sea dentro de la península, al año siguiente cuando ya se conocía el sorteo, empezaban los llorios, (sobre todo las madres y mas si a este le había tocado fuera de la península), se solía consolar a las madres diciéndole: no tengas miedo, pues fulanito de tal, estuvo en tal sitio y bien contento que estuvo, lo único que desde allí no tienen permisos.
Cuando le tocaba salir al quinto para entregarse a filas, el día anterior se invitaba a toda la familia a comer y cenar, así como a los mozos que acompañarían al quinto hasta el día siguiente que se entregaba en Plasencia o Cáceres, se cogía a un tamborilero y se estaba dando vueltas por todas las alquerías durante el día y la noche, despidiéndose de los vecinos a los que se les ofrecía tabaco y coñac, anís y vino, estos daban dinero al quinto, diciéndole... no te preocupes hijo que allí vas a criarte, lo que tienes que hacer es entregar todo el dinero que lleves al sargento de la compañía por que te lo pueden quitar, y nunca seas de los listos ni de los torpes y ya veras como te pasas buena mili.
Durante los dos días de despedida de quinto solo se cantaban cantares de ellos ósea cantares de quintos; "Adiós padre y adiós madre, adiós hacienda y dinero que voy a servir a Franco unos meses que le debo. Unos meses van caídos y otros faltan que caer, tener una madre a un hijo y no poder del disponer. Las madres son las que lloran, que las novias no lo sienten, que ahí quedan cuatro chavales que con ellos se divierten.
Los quintos se solían acompañar hasta la Mugidilla o limite de Asegur a lo que acudía todo el vecino, convirtiendo una gran procesión los llantos de lloro como si fuera un entierro, las madres solían estar cuatro o cinco días llorando hasta que recibían la primer carta en la que el quinto le contaban todas las hazañas de los primeros días, las madres iban conteniendo el llanto y le contaban a los vecinos lo que el hijo le había contado, añadiendo que les mandaba muchos recuerdos.
Este es uno de los cantares de quintos.
Adiós padre y adiós madre
adiós hacienda y dinero,
yo boy a servir a franco
Unos meses que le debo.
Unos meses van caídos
y otros faltan que caer,
tener una madre a un hijo
Y no poder de el disponer.
Las madres son las que lloran
que las novias no lo sienten,
ahí quedan cuatro chavales
Y con ellos se divierten.
Estribillo:
" Yo soy quintillo
mi madre llora
por que me marcho
y la dejo sola,
la dejo sola
la voy dejando
como las flores en
en el verano,
en el verano
en la primavera
y aquella prenda
Sola se queda. "
Quien te pudiera llevar
como llevo la mochila,
no te quedarías llorando
Prenda del alma querida.
El día que yo entre en quintas
te di un ramo de claveles,
y el día que me licencia
Te lo daré de laureles.
Estribillo:....
Ojos que te vieron ir
por aquel camino llano,
cuando te verán venir
Con la licencia en la mano.
Mañana por la mañana
cogeré la cabachuela,
y la pobre de mi madre
Llorando de pena queda.
Estribillo:....
Costumbre recopilada por Tani 7-3-90