CASARES DE LAS HURDES Y SUS ALMAZARAS

CASARES Y SUS ALMAZARAS

En Casares de las Hurdes existieron cuatro almazaras o “prensas” dedicadas al prensado de la aceituna para la extracción del aceite, las cuales se ubicaban en los sitios denominados: La Ranera, el Solano, la Ropuerto y la Cabachuela.

Características de la Almazara:

LA RANERA.-

La Ranera, se situaba en Jurde chico. La aceituna se molía a través de una piedra redonda de cantería puesta de canto en un recipiente llamado “el afange”, el cual tenía forma de embudo. La piedra daba vueltas movida por un “rodezno” que, a subez, daba también vueltas con el peso del agua que cogía a través de sus “arcabuces”. -

Una vez molidas las aceitunas, se depositaban en unas capacetas hechas de esparto, las cuales se iban poniendo unas encima de otra hasta completar la “pisa”, (que así se llamaba.)Luego, se le ponían unos maderos encima, en forma de crucetas para luego irlas prensando por medio de un huso que subía y bajaba de la concha de madera que sujetaban cuatro columnas de hierro. En la parte baja del huso tenía una plataforma en la que se metía una gruesa madera de unos cuatro metros de longitud, por unos veinticinco centímetros de diámetro; a una punta de la madera se ataba una soga fuerte, llamada “maroma” y, a la otra, se ataba una “naspa” (madera gruesa puesta de pié cogidas ambas puntas por unos pernios que imposibilitaban su caída, y que al mismo tiempo pudieran girar.) Esta “naspa”, a la altura baja del hombro de una persona tenía una cruceta de un metro cincuenta centímetros aproximadamente, que es donde se ponían los hombres a empujar para que a medida que la maroma se enroscaba en el aspa, el huso hiciera bajar la prensa haciendo salir el líquido de la aceituna, el cual iba a parar a unas tinajas de barro donde el aceite quedaba en la parte de arriba y el alpechín salía al exterior.

En las prensas o almazaras, siempre había tres obreros: uno llamado el MAESTRO, otro el AYUDANTE, y el otro el MOLEOR.

El maestro se encargaba de pasar y medir el aceite para entregársela a los propietarios ya metida en bidones. El ayudante se encargaba de meter leña al calderón y de vigilar que la pisa no tuviera anomalías en su trayectoria. El Moleor era el que se encargaba de meter las aceitunas desde los cortijos (recipientes hechos de piedra en la cortijera, donde los propietarios iban depositando las aceitunas en la recolección) a la afange y moler las aceitunas.

Los trabajos de hacer el aceite, se obraban a “maquila”. Se cobraba un diez por ciento de la producción, la que luego se repartirían los dueños de la almazara. A los obreros se le pagaba a dinero. En la prensa se hacían cinco comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Las comidas las ponía el dueño de las aceitunas y se le calculaba una comida por pisa de aceitunas que se molturaba. Todos llevaban para comer lo mejor que tuvieran.

EL SOLANO.-

La prensa del Solano estaba situada en “el valle de Las Morales”, por debajo de la iglesia de Casares. Esta prensa era similar a La Ranera, solamente cambiaba en que, en la ranera la molienda se hacía por medio de agua que hacía mover la piedra a través del rodezno y la del Solano se movía por caballerías; había un afange pero, en vez de ser al estilo de embudo, era una superficie redonda que tenía la base rodeada por unas piedras de cantería puestas de canto para evitar que se saliera la masa molida de las aceitunas; esta base tenía un eje central con una cruceta que a las puntas sujetaban cuatro piedras redondas de cantería puestas de canto y, de la base, salía una especie de “barzón” que salía fuera de las piedras que formaban el afange donde se enganchaban por medio de una soga atada a la collera que se ponía en el cuello de la caballería, la que tiraba alrededor del afange haciendo mover las piedras que molerían las aceitunas. Las aceitunas se molían por tandas las que se iban depositando en un depósito hasta moler toda la pisa para, luego, encapacetar y ponerla a prensar, siguiendo el mismo proceso de la Ranera.

Para hacer más fácil la extracción del aceite, se calentaba agua en un calderón grande hecho de chapa de hierro y, cuando se le había dado el primer garrote a la pisa, se volvía a desmotar y se le echaba agua caliente a la masa y, volviéndola a montar, hasta estrujar al máximo para que diera el aceite máximo posible. Los que tenían cerdos, te decían: - “no os preocupéis, que si le queda algo de aceite, yo tengo tres cerdos en el corral, que a ellos les viene bien”. -

La prensa del Solano y, la de la Ranera, dejaron de funcionar sobre 1960. -

LA ROPUERTO.-

La Ropuerto se situaba en el arroyo del mismo nombre, entre Casares y Heras. Esta almazara fue más moderna, ésta molía a través de una piedra movida por agua en un afange pero, para prensarla ya se hacía por medio de pistón hidráulico; en lo demás, todo era similar a las otras dos descritas. La prensa de La Ropuerto, aún sigue intacta, pero desde 1998 ya no se utiliza.

LA CABACHUELA.-

La Covachuela se sitúa en el río hurdano, en el paraje del mismo nombre. Esta prensa o almazara, antiguamente, debió de ser de la más antigua pero, luego resultó ser la más moderna ya que, por 1950 se instaló una turbina con alternador que suministraría la luz eléctrica a Casares y Heras hasta que llegó la Luz de Iberduero. La Covachuela ya molía por medio de triturador y posteriormente por medio de rulos. En la Carachuela también existió un molino de cereales y la piedra de la base donde se molían los cereales se llamaba”mortero”, el cual reposa en la bodega de Montesol, la cual se utiliza como mesa de comer. Referido mortero, fue traído de los campos de Salamanca por Serradilla del Llano al alto de Casares, arrastrada por parejas de bueyes. Cuando llegaron con la piedra al río de la covachuela, nadie se atrevía a cruzar el puente de madera que había, por miedo de caer al río pero, como en todos los sitios, siempre existe un hombre valiente, como en este caso fue MANUEL DOMÍNGUEZ DOMÍNGUEZ, a quien luego hicieron una relación para regocijar las fiestas del cristo de casares, la cual decía:

• “EL VEINTISÉIS DE ENERO, POR EL PUENTE PASÓ EL MORTERO Y LO TUVO QUE PASAR MANUEL EL MOLINERO.”.

La Cabachuela es una almazara que existe en la actualidad. Dejo de molturar sobre 1993 por las exigencias de salubridad impuestas por la comunidad Económica Europea.

Las prensas estaban divididas por ocho partes. Unos tenían una parte, otros media, y otros un cuartico.-

Es recopilación de Tani.
30/10/2003

Esta almazara de la Cabachuela fue vendida por sus socios a Adolfo de Asegur, y tras seguir con la molturación de aceitunas unos años, los hijos de este han construido unos Apartamentos Rurales, llamados “ CABADOLCA “.