QUE DURA INFANCIA

MEMORIAS DE TANI

 

 Cuando yo tenia siete o ocho años se me puso el antojo de ir a servir para Serradilla del Llano, (Salamanca) como trillique, así que mi padre me llevó para donde Avelino (hermano de Eustaquio) de trillique, como me acostaba cansado me echaba a dormir en las eras y por las noches, los mozos, Ferino y otros, me cambiaban de sitio y por la mañana yo no sabia donde estaba; A los cuatro o cinco días de estar donde Avelino como trillique, ya este   (Avelino) me echaba a dormir al campo con dos caballerías  solo, y por la mañana regresaba a casa para empezar otra vez a trillar.  

 

 Una noche me dio un bocadillo y una azada y me echo de noche a regar para Porteros, a la huerta de la Vega Nueva, como a mí me daba miedo ir de noche solo para aquella royo, en vez de ir a regar me fui para donde mi tío Hermenegildo y Consuelo que estaban trillando en las eras de  Porteros llegué‚ al oscurecer y dije a mis tíos: Ese Avelino me manda solo a regar para la huerta de la Vega Nueva y me da miedo, así que mañana le mandáis el bocadillo y la azada que yo me boy para mi casa, así lo hice.  

 

 Al año siguiente me volví a ir de trillique para Serradilla, pero este año me fui para donde Lázaro (otro súper avaro) este , tenia sembrado el Rudillo y desde Serradilla al Rudillo me echaba con tres caballerías solo acarrear, (desde Serradilla a Rudillo  por la barquesera había por lo menos cinco kilómetros) me acuerdo, que un día una de las cargas me empezó a torcer y no era capaz de destorcerla, así que la mitad del camino tuve que ir colgado de la carga para que esta no cayera al suelo, por fin, un poco antes de Llegar a la era  me la tiró, así que recogí sogas y me fui a descargar las otras dos caballerías y volví al Rudillo donde estaba segando el tío Lázaro y Juan (el hijastro que tenia) Este al ver que había tardado tanto me quiso pegar a lo que yo huía de ‚l, así que me cargaron otra vez las caballerías diciéndome: Como esta vez las vuelvas a dejar caer te meto una zurra, yo cogí el caminito, esta vez con dos caballerías cargadas, descargue en la era y fui a casa y dije a la mujer de tío Lázaro; Yo me marcho para mi casa así que le mande Ud. los mulos y la comida para el Rudillo que yo no vuelvo para donde Juan, ella me dijo que porque, le dije que me había querido pegar por que había dejado caer una carga de b lago, me anduvo rogando que no me marchara; Una hija que tenia llamada Piedad me decía: ! No te vayas Tani que cuando venga Juan le pego yo! (Piedad tenia unos 5 años) no acepte y me fui.    

 

 Al año siguiente me fui para Castras a coger patatas para casa del señoriíto Bernardino, estuve cogiendo patatas ocho o diez días y luego me quede un mes de porquero guardando mas de cien cerdos, como me aburría todo el día solo al mes y medio le dije al señoriíto que buscara porquero que yo me marchaba.   

 

 A los nueve años salí de atarín a la siega con la cuadrilla de Román Patino, me acuerdo que fuimos a Sailices a coger algarrobas, donde los Paniagua y este  le dijo a Román, este chico llévalo a destetar que éste aquí no trabaja, Román le contestó, te vas delante cogiendo algarrobas y si este queda el surco para atrás entonces hablas, mientras cállate!, Así que fuimos al corte y yo un poco picado del amor propio, cuando los mayores se paraban a echar un cigarro, yo cogía  mi surquito y para adelante, cuando estos me pillaba yo le dejaba un trozo para atrás y Román y otros me lo sacaban, por la tarde el amo le decía a Román, si no lo veo no lo creo, así comencé‚ a ir todos los años a la siega, segué‚ en Castilla, Ávila y en Extremadura, a los doce años fui a segar al Guijo de Coria con la cuadrilla de Víctor de Carabusino, estuvimos segando con el "quemado" de Guijo que por cierto este era mas mentiroso que los mentirosos (claro que para su bolsillo), los ajustes en este pueblo eran por fanegas de Sembradura, así que nos llevo a una tierra y nos dijo que tenia de sembradura diez fanegas, le dijimos que naranjas de la china, y dijo que tenia once pero que de acuerdo con su padre de cada diez fanegas le tenían que segar una gratis, así que empezamos a regatear y le dijimos que sino iríamos a Coria a buscar un perito para que midiera la tierra, total que nos sugirió que no hiciéramos eso, que no hiciéramos nada que el nos diría la verdad, total que nos declaró veintiocho fanegas, la fanega de siega  me parece que nos la pagaban a mil pesetas, un panecillo y medio Kg. de tocino.